Por Lilian Camacho
Gerente Financiera de Softland México
La primera criptomoneda que empezó a operar fue el bitcoin en 2009 y, desde entonces, aparecieron muchas otras con diferentes características y protocolos como Litecoin, Ethereum, Ripple, Dogecoin. Las criptomonedas sirven como medio para intercambiar activos digitales, de manera que puedas realizar adquisiciones transfiriendo una criptomoneda a alguien en Internet sin un intermediario, como usualmente son los bancos.
Una criptomoneda, criptodivisa (del inglés cryptocurrency) o criptoactivo es un medio digital de intercambio. Eso significa que no hay monedas ni billetes físicos, todo es en línea.
Los inversionistas anticipan que el aumento de la demanda generará un incremento a largo plazo, principalmente impulsado por la pandemia. Por tal motivo, la compra y/o venta de las criptomonedas, está ligada a esa expectativa de un mayor valor. La gente podría usarlas para hacer pagos rápidos y evitar los cargos de transacción.
El Banco Central Europeo advirtió que la inversión masiva en criptomonedas puede crear una burbuja que, cuando estalle, provocará pérdidas económicas masivas. Sin embargo, también hay opiniones a favor de un futuro próspero para esta divisa demostrando cómo existe una economía genuinamente digital que puede prescindir de los mecanismos tradicionales.
Las criptomonedas cuentan con grandes inversores y también con una infinidad de pequeños inversores que se han lanzado a la aventura de probar suerte en un territorio aún bastante desconocido.
Esta pandemia permite examinar y evaluar el comportamiento de las criptomonedas en períodos de mercado extremadamente estresantes para proyectar esos comportamientos a futuros períodos similares de estrés. Por otra parte, los expertos internacionales se ven preocupados por la falta de un marco regulatorio de las criptomonedas y la posibilidad de un ataque digital.
Existe evidencia que demuestra que a medida que se van incrementando los valores del COVID-19, se han visto acompañados también con un incremento de los precios de las criptomonedas, lo que deja de manifiesto que existe una nueva dinámica en las criptomonedas y los inversionistas las están considerando como refugio para hacer frente a la reactivación de actividades post pandemia y la incertidumbre que ello genera.
En cualquier caso, en tiempos convulsos como los que vivimos existe una presión institucional (por parte de empresas y gobiernos) para buscar factores de estabilidad económica y quizás no es el mejor momento para las criptomonedas.
Quizá tras la pandemia se produzca una gran recuperación económica y una mayor estabilidad que provocará la expansión de las criptomonedas. De momento invertir en ellas puede ser un sube y baja, ya que no existe ningún producto de inversión que esté absolutamente exento de riesgo así que, como toda inversión hay que asumir ganancias y también pérdidas.
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