Por Rosana Nuñez Porzio
Directora Corporativa Base Instalada Grupo Softland
Pasado poco más de un año de iniciado el periodo de crisis mundial producto de la pandemia, hemos visto como las organizaciones han ido cambiando y adaptándose a las nuevas condiciones de vida de las personas y a las exigencias de un mercado cambiante e incierto.
El avance tecnológico y científico ha tenido un desarrollo grandioso, nosotros tenemos la oportunidad de ser parte de ello y aportar desde nuestra individualidad.
Así también, hemos visto como todo esto ha ido acompañado de grandes avances tecnológicos y científicos, que trascienden hacia las áreas de la educación, política, sociología, medicina y astronomía, entre otros. Avances que seguro continuarán desarrollándose y aportando de forma relevante a la sociedad y al medio ambiente.
Para mí es maravilloso ser parte de este proceso y vivir estos cambios a nivel global; sin embargo, siento que nos queda una tarea que tiene que ver con cómo nosotros, desde nuestra individualidad como “ser” humano, podemos también aportar a este cambio.
A raíz de ello, quisiera compartirles algunos puntos a través de los cuales considero que podemos sumarnos y realizar nuestro pequeño, pero gran granito de arena:
- Adaptación y resiliencia: Ser capaces de reaccionar positivamente, convertirnos en personas más adaptables, flexibles y empáticas, capaces de reaccionar rápidamente frente a escenarios adversos de forma favorable, ayuda a mantener relaciones y ambientes sanos, a tomar las mejores decisiones en momentos complejos, con inteligencia y en favor de la sociedad.
La práctica constante de ejercicios, la meditación y una alimentación consciente y sana, son de gran ayuda, puesto que mejoran nuestro sistema inmunológico y nos hacen estar más saludables… Estando sanos física y mentalmente, somos capaces de mantener mejores relaciones interpersonales y tener claridad a la hora de tomar decisiones.
- Economía verde: en palabras simples, es respetar el medio ambiente y trabajar en su mejora con el fin de transitar hacia una modelo de vida sostenible. Aquí podemos aportar, por ejemplo, evitando contaminar parques, plazas, lugares de cultivo, lagos, ríos y mares, e incluso nuestro propio hogar.
Es relevante aprender y enseñar a nuestros niños y jóvenes el respeto por el medio ambiente y su cuidado.
- Economía circular: Dar un nuevo uso a los recursos, esto es apostar por el reciclaje, es decir, buscar minimizar o transformar los residuos de máquinas (piezas y componentes útiles) en nuevos productos o servicios y los residuos orgánicos en energía, fertilizantes, nuevos materiales de construcción reciclados.
El reciclaje no es solo una medida beneficiosa para el medio ambiente y la salubridad, ya que también tiene un importante componente económico para las ciudades que lo aplican. Los invito a aprender a reciclar.
- Uso respetuoso de los recursos: Hemos visto como el planeta ha tenido un respiro durante la pandemia, es importante aprender a usar respetuosamente los recursos naturales y no desperdiciar.
Hoy vemos ciudades donde no hay agua y las poblaciones están migrando en busca de ella. Muchos de los recursos naturales (agua, gas, energía eléctrica, etc.) son finitos, cuidémoslos.
- Cooperación. Aportar a la construcción de una sociedad colaborativa y cooperativa que pueda enfrentar de mejor manera los cambios futuros.
Todos necesitamos de todos, trabajar juntos en fácil y además entretenido. Tenemos las herramientas para dejar un mundo mejor a nuestros niños, los invito a que las utilicemos.
Para información escribimos a informes@softland.com.gt o llámanos al 2331-0580.