Por Jesika Márquez
Consultora de Negocios en Softland Panamá
Desde el 2020, se hizo más que evidente, la brecha tecnológica como factor principal para la continuidad de la educación, los negocios y la economía en general y en las relaciones.
A la luz se asoman diversos retos y desafíos como, por ejemplo, que muchas mujeres pasaron al teletrabajo con reuniones virtuales, sin horarios fijos, pero, además, con toda la carga del hogar y el cuidado de la familia.
“Aunque todas las personas han sido afectadas por la crisis provocada por la pandemia, ésta tiene impactos diferenciados en las mujeres pues son las primeras en responder como trabajadoras del hogar“.
En este contexto las mujeres presentan una mayor vulnerabilidad debido a las condiciones de desigualdad subyacentes y su rol en las tareas del hogar, y los cuidados de sus hijos, hijas, adultos mayores, así como familiares enfermos, etc.”, indica el estudio de ONU Mujeres “Transferencias monetarias e igualdad de género: cómo mejorar su efectividad para enfrentar la crisis del COVID-19”.
Otro reto que debemos tomar en cuenta es la falta de posibilidad económica para el pago del servicio o equipos como laptops, tabletas y celulares, vivir en zonas sin cobertura, falta de estabilidad eléctrica, y falta de capacitación digital. Sin embargo, gracias a organismos como ONU Mujeres, PNUD, FAO, UNICEF y UNFPA, muchas fundaciones e iniciativas locales trabajando en la Igualdad de Género, están influyendo en leyes y políticas públicas, que den acceso a estos recursos.
Hoy podemos ver una gran lista de mujeres CEO, VP y altos puestos directivos, cada día aumentando, el común denominador con cualquiera de nosotras es el compromiso, la experiencia de enfoque integral, la resiliencia, la empatía, las redes de contactos, la comunicación y el servicio hacia los demás, entre muchas otras. Lo importante es creerlo, elevar nuestra autoestima, sentirnos seguras de trasladar nuestras capacidades a los procesos y equipos, que en definitiva son los que conforman las empresas y aseguran su éxito.
ONU Mujeres recomienda a los empleadores garantizar que la jornada laboral por el teletrabajo, no exceda la reglamentación de las 8 horas y haya corresponsabilidad, conciliación entre lo personal, lo laboral y familiar. Crear conciencia en las trabajadoras en esta modalidad de teletrabajo sobre la necesidad de la conciliación y dedicar tiempo al autocuidado.
Brindar conocimientos, herramientas y oportunidades a las mujeres para que puedan insertarse adecuadamente en empleos bien remunerados, nuevas tecnologías de la información y la conectividad; trabajo en redes sociales, TICS y marketing digital.
El cambio de paradigma de la era digital pone de manifiesto que más allá de hombre o mujer, para enfrentar la situación laboral, requerimos también de habilidades blandas o Soft Skills, ya que es más sencillo trabajar con ellos.
A continuación, las habilidades blandas más demandadas en el mercado actualmente:
- Empatía
- Comunicación
- Trabajo en Equipo
- Liderazgo
- Pensamiento Crítico
- Pensamiento Creativo
- Manejo de emociones
- Capacidad de trabajar bajo presión
- Flexibilidad al cambio
- Innovación
- Resolución de conflictos
- Resiliencia
En general, los temas como teletrabajo, Home Schooling, gestión y desarrollo del capital humano, son ejemplo de aplicación de estas habilidades, como fortalezas naturales en la transformación que estamos viviendo. Existen muchos indicadores (métricas) con los que podemos entender la relación directa entre el desarrollo integral del colaborador con el crecimiento de todas las diferentes áreas de los negocios a través de implementar soluciones tecnológicas y de software especializadas, para su seguimiento y visibilidad oportuna.
Para información escribimos a informes@softland.com.gt o llámanos al 2331-0580.